Recientemente había celebrado su cumpleaños 92 y de pronto la noticia cayó como un balde de agua fría en quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo. El pasado viernes 19 de julio había fallecido uno de los propulsores del tenis de mesa en el Ecuador, el italiano Ángel Robusti, quien se vinculó a esta actividad mesa por mera casualidad.
Tras su fallecimiento, varias instituciones donde laboró y que lo conocieron expresaron sus condolencias, una de ellas fue la Federación Ecuatoriana de Tenis de Mesa, presidida por Paúl Calle, que conocido el fallecimiento del Sr. Ángel Robusti, publicó: «Hasta Pronto Sr. Robusti 🕊️. Su legado vive siempre entre nuestra familia del tenis de mesa. Su bondad y entrega al servicio de la niñez y juventud se verá reflejada en las generaciones futuras. Gracias por enseñarnos el camino correcto. Hoy y siempre, gracias«.
En una entrevista con el diario cuencano El Mercurio, en el 2017, el Sr. Ángel Robusti (como lo trataba la mayoría) narró que llegó a Ecuador en la década del 60, era profesor de matemáticas en el Técnico Salesiano de Cuenca y un día, el microtenista azuayo Patricio Valverde, le dijo, «Hay campeonato en el Garaicoa y no tenemos entrenador», entonces él se comprometió a acompañarlos y desde ese día se enamoró de lo que se convirtió en su pasión, convirtiendo a ese centro educativo en una potencia y relegando al campeón tradicional, el Benigno Malo, al segundo lugar.
Sería por el año 1998 cuando llega al Cristóbal Colón, de Guayaquil, en esta ciudad siguió fomentando el microtenis y organizó torneos como «Estrellita del Mañana», evento al que acudían representantes de varios países y se jugaba en el coliseo del colegio guayaquileño.
Precisamente Jeanine Cuadros, ex presidenta de la Federación Ecuatoriana de Tenis de Mesa; Alberto Miño, jugador clasificado a los Juegos Olímpicos de París 2024; y Freddy Almendáriz, hoy juez de la Federación Internacional de Tenis de Mesa, que también irá a París, hablan del vínculo que tuvieron con el propulsor de tenis de mesa en el país.
Alberto Miño recuerda que lo conoció cuando comenzó ir a la escuela, en el Cristóbal Colón; mientras que Jeanine Cuadros acotó que tuvo contacto con él cuando ella era presidenta de la Federación Ecuatoriana de Tenis de Mesa (2001-2011); mientras que Freddy dijo que lo trató por el año 2000, cuando él estudiaba en el colegio Domingo Comín y el Sr. Ángel Robusti era el director de tenis de mesa en el Salesianos Club.
Qué impresión le dejó Ángel Robusti
Jeanine Cuadros: Lo vi como una persona sencilla, vi a un ser humano dedicado al servicio de la formación de la niñez y juventud, del deporte por el que tanto luchó y amó, el tenis de mesa. Él amaba este deporte y lo inculcaba en la mayoría de niños y jóvenes que estaban a su alrededor.
Alberto Miño: Era de una persona muy buena, de gran corazón, seguía mucho los pasos de Don Bosco y le encantaba ayudar a los jóvenes y el tenis de mesa era su pasión.
Freddy Almendáriz: Lo veía como el señor que dirigía el club (Salesianos) pero después que tuve la oportunidad de trabajar con él en el oratorio, entendí todo lo que había hecho por muchos.
¿Qué aprendió de él?
Jeanine Cuadros: Nos enseñó que para hacer algo, solo hay que tener la decisión de hacerlo, amar lo que se desea hacer y llevarlo a cabo con esfuerzo propio, sin necesidad de ostentar un cargo. Él desde su trinchera hacía muchísimo, se esforzaba por impulsar y desarrollar el tenis de mesa en el lugar que estuviera. En el colegio Cristóbal Colón, inició a muchos campeones, uno de ellos, Alberto Miño, ganador de varios títulos a nivel nacional e internacional, ha destacado fuera de su país. Él se inició en el semillero del Sr. Robusti y ahora juega en Italia, solo por mencionar un caso; eso sí, hubo muchos seleccionados de Ecuador que surgieron del colegio Cristóbal Colón, de Guayaquil, y del Salesianos, de Cuenca, gracias al trabajo del Sr. Ángel Robusti.
Alberto Miño: Fueron muchas cosas, más que todo el hacer el bien sin esperar nada a cambio. En dar lo mejor de uno en lo que se proponga y a ser muy responsable.
Freddy Almendáriz: Aprendí la labor de servir a los demás, sin esperar nada a cambio.
Alguna anécdotas que recuerde con el Sr. Ángel Robusti:
Jeanine Cuadros: Siempre que organizaba sus campeonatos en el colegio Cristóbal Colón, me invitaba como presidenta de la Federación Nacional y asistía a la inauguración de sus eventos. Siempre traté de cumplir con todas sus invitaciones.
Alberto Miño: Cuando yo estaba en 4to año de básica, todos los alumnos teníamos que escoger un deporte -existía el Salesianos Club y habían muchas especialidades-. Como me encantaba jugar fútbol, iba a las clases de fútbol y al tenis de mesa, pero el Sr. Robusti habló con el profesor de fútbol y le dijo que yo ya estaba en el microtenis y que no podía estar allí (después de eso no pude seguir jugando fútbol) pero quien diría que con el tenis de mesa llegaría tan lejos.
Freddy Almendáriz: Me sacaba de entrenar futbol para ir a practicar tenis de mesa; le decía a mi mamá que ese no era mi deporte (fútbol). También me recuerdo allá por el 2006, un día el bus se quedó dañado, nos tocó empujar y él también estaba empujando con nosotros.
¿Cuál fue la mejor enseñanza que dejó Ángel Robusti?
Jeanine Cuadros: Ser una persona sencilla desde cualquier función y labor. Desde un colegio él pudo ayudar al deporte ecuatoriano. Ser apasionado por lo que se hace, se entregó al tenis de mesa, sentía mucha pasión por los niños y les enseñaba que practiquen tenis de mesa. Desarrolló campeonatos en su colegio, creó áreas que no había, habilitaba espacios para hacer un coliseo de tenis de mesa y ahí empezaba el desarrollo de esta actividad creando un semillero del cual se nutrían comités o asociaciones provinciales porque, entonces, funcionaba mucho mejor que estas organizaciones.
Alberto Miño: Creería que la perseverancia, es una de mis virtudes y creo que la aprendí de él y de mi familia.
Freddy Almendáriz: La enseñanza que me dejo el Sr. Robusti, es ser perseverante.
¿Cómo califica la labor del Sr. Ángel Robusti en el microtenis?
Jeanine Cuadros: ¡Una labor Extraordinaria! Fomentó el deporte en los colegios, inició un semillero en ellos que es lo que hace tanta falta hoy en día, fomentar las cosas buenas en la niñez y adolescencia, aportar para cambiar la sociedad.
Alberto Miño: Fue excepcional. En todo los lugares donde él fue, siempre sacó muy buenos jugadores. Muchos seleccionados nacionales tanto en su paso por Cuenca como en Guayaquil, posteriormente.
Creo que la mejor sala de Tenis de Mesa del país está en el Salesianos Club.
Freddy Almendáriz: Uno de los pioneros en semilleros. Fue un eje fundamental en el crecimiento de Alberto Miño y en otros que tomaron un buen camino en la vida. De hecho Alberto y yo ahora mismo estamos en los Juegos Olímpicos de París. (D)