Este 30 de marzo y con una nueva ruta como recorrido se realizará la tradicional regata Guayaquil-Vinces, con la participación de más de 60 pilotos entre los que destacan Juan Cornejo Vera, un corredor que en cada participación demuestra su capacidad y experiencia en guiar su transporte.
En una entrevista para el portal ecuadordeportes.com el piloto explica sobre sus inicios, lo conseguido y lo que espera para la nueva edición de la competencia.
¿Qué lo llevó a participar en las pruebas de fuerabordismo?
Yo nací en Balzar. Soy hijo de un canoero llamado, que en paz descanse, Alejandro Cornejo, con el que me críe a la orilla del río Daule. Y eso es muy noble.
¿Hace cuánto tiempo lo hace?
Empecé a competir a los 14 años en lo que es la competencia de toda clase de actividades náuticas en piraguas, botes. Sería un orgullo ver algún día a mi hijo Juanito que llegue delante de mí o delante de un contrincante que sea bueno. Como hay mucho contrincante, yo quiero que él sea el mejor.
¿Qué es lo más complicado de este deporte?
La parte económica. Nosotros somos humildes, somos obreros y vivimos de un sueldo diario, no de una ganancia diaria. Pues el resto que se hace es la preparación física, con mantenimiento, eso es secundario. Pero la parte principal para mantenerse en esta actividad es la parte económica.
Al momento de practicar este deporte, ¿hay alguna dificultad?
No hay dificultad. Antes no tenía con quien practicar. Practicaba solo. Ahora tengo un amigo: Juan Cornejo García, con quien puedo practicar. ¿Me explico? Me dijo vamos a practicar el domingo y el domingo estaba aquí a las 06:00. Hay otras personas a las que les hemos enseñado, saben que practicamos los domingos a las 08:00 y llegan a las 11:00 para practicar, pero ya no estamos, para esto se necesita mucha disciplina.
¿Cuántos títulos ha ganado?
Muchos en la vida. ¿Sabe cómo están los trofeos? Pues hemos armado con toda la familia un museo donde hay más de 500 trofeos y todos tienen el mismo significado.
¿De ellos, cuál es el más importante?
Uno que se llama Briceyda Cornejo García, que fue la primera que llegó aquí a nuestro hogar. Pero voy a decir algo, todos los trofeos tienen el mismo significado. ¿Por qué? Porque se hace el mismo esfuerzo.


¿En algún momento ha pensado en retirarse?
Muchas veces, sí, porque hay problemas económicos y gracias a Dios, lo estamos superando con la ayuda de muchas personas que les hemos llegado al corazón y por lo que hemos demostrado en nuestras participaciones. La gente se da cuenta qué clase de personas somos y nos está apoyando económicamente, porque si fuera por mí, yo ya habría desistido hace rato. Decidí desistir hace dos años por este mismo problema, el económico, pero me he dado cuenta de que la gente sí nos estima y nos está dando un granito de arena para poder llenar el tarrito y poder cosechar.
Entonces, ¿Las personas que lo apoyan y que lo rodean son el motivo por lo que sigue en este deporte?
Principalmente mi familia; mi familia se compone de cinco miembros y gracias a Dios mi bote lleva el número cinco. Para mí lo más bacán es ver que cinco salimos pa’ adelante. Me siento emocionado de ver a tanta gente que nos apoya. El capital humano se está acabando; igual, hay que pelearla y seguirla peleando. Como siempre lo he dicho en las entrevistas, estoy aquí, estoy aquí parado, estoy al pie del cañón haciendo lo que me gusta.
Yo tengo 59 años. Hay muchachos que tienen 25 años. ¿Van a competir recién o ya compitieron hace dos años? Pues yo tengo 29 años de trayectoria, pero la cantidad de años nomás es un número porque todavía tenemos capacidad humana para seguir compitiendo con el que se ponga al frente.
No hay que olvidarse que los motores son iguales y para mí es algo tan bonito, tan hermoso ver que hay competidores que verdaderamente tienen esmero, muestran ese cariño, ese ímpetu personal para llegar. Todos saben que para llegar, para ser campeón no hay que llegar primero, simplemente hay que saber llegar.
¿Otra satisfacción le ha dejado el fuerabordismo, aparte de ganar?
Muchos amigos, amistades que ni siquiera me conocen, me saludan y yo me siento orgulloso y me siento una buena persona. A veces digo eso, me siento bacán, porque a mí todo el mundo me para bola. ¿Juan Cornejo, el campeón loco, campeón o loco? Me dicen el loco del río. Eso es muy bonito. Tengo muchos amigos del campo, como un señor que está aquí, que verdaderamente se da cuenta del esfuerzo que nosotros hacemos. La gente piensa bien de nosotros. Pues no solamente soy yo ya que el equipo completo se llama Team Cornejo.
El amigo de Juan Cornejo García, sobre su amigo dijo: Conocemos a Juancito Cornejo años y él se ha hecho conocer porque es una persona que en todo lugar nos brinda la mano para ayudar a la persona agricultora en estos momentos que estamos tan necesitados. Precisamente llegué ahorita, vea, con un armamento de trabajo y enseguida me atiende. Tiene hartos clientes que somos amigos de él y tenemos su respaldo, él sigue trabajando, luchando; él también tiene la meta en su carrera, tiene el respaldo de todos nosotros.
¿Cuál es la clave para mantenerse vigente en este deporte?
Mi gente. La que acaba de escuchar de un amigo del campo que nos da esas célebres palabras, nobles, que nos llegan al alma para seguir adelante. Ese es el ímpetu. Eso es tan bello. Es muy bonito.
¿Cuál es la inversión, más o menos, que debe hacer para competir?
En cada embarcación gastamos $ 5.000 para tener ese motor vigente en un año cada uno, más o menos. Mi embarcación tiene un costo de $ 5000, como somos tres del Team, son $ 15.000 al año y eso es muy bacán y muy noble. ¿Por qué? Porque la gente nos apoya. Pero cuando hay que hacerlo propiamente dicho de la economía propia se ve un poquito delicado porque también tenemos gastos propios.
¿De sus rivales cuáles son los más difíciles de ganar?
Mi rival más difícil es el río. Sí, porque del resto, todos somos iguales. Tenemos la misma máquina, todos somos seres humanos, somos iguales en la parte espiritual. Pues el rival más difícil para mí es el río.
¿Sus hijos siguen su legado?
Sí. Mi tercer hijo Juan Conejo García. Le estamos haciendo acompañamiento y él también participa. Creo que va a salir más loco que yo (risas), encantado de que si algún día llega a superarme, eso sería un privilegio para mí.
¿Qué consejo le daría a sus hijos si se involucran con el fuerabordismo?
Yo le pregunté a mi hijo: ¿tú como ves esto Juanito? Y me dijo qué bacán. Entonces le contesté, para que tengas éxito en esto, debe gustarte. Si no te gusta, tampoco te puedo exigir porque cuando uno exige, estoy obligando. Pero cuando a alguien le gusta y me acompaña, eso es diferente.
Con respecto a la regata Guayaquil 15 de 2025. ¿Qué se puede esperar de este nuevo evento y cuánto tiempo se ha venido preparando?
Todo el tiempo estoy en regatas. Desde que tengo uso de razón compito en esto, me preparo todo el año para correr una hora, pero ahorita en el 2025 le deseo lo mejor a todos los corredores, que se lleve a cabo este evento porque cualquiera no lo hace. Es una preparación individual, nos estamos preparando para quedar bien porque últimamente hay mucha velocidad. Nos hemos preparado junto a mi hijo Juan Cornejo García, que lo quiero mucho. Espero que dé todo de sí como siempre lo hago. Esperamos que todo sea transparente, que sea exacto, que exista transparencia y que cada quien respete su modificación y preparación. Para mí sería algo bonito que se de todo en su lugar. Mis respetos para todos los corredores, pues no sé que piensen de mí. Aquí estamos para, quizás, hacer la última regata de mi parte, la última competencia, algo que siempre lo he dicho, pero a veces me da ese ánimo de seguir. ¿Por qué? Porque las personas que nos apoyan son muchas. ¿Me explico? Yo siempre he estado al punto de desistir, pero la parsería, el pueblo que a uno lo admira y lo apoya económicamente, no puedo quedarle mal, sobre todo a la gente que me apoya. Aquí vamos de nuevo en el 2025, vamos bien equipados y preparados, principalmente espiritualmente, sin pensar nada malo.
Con respecto a lo que usted menciona, que el rival más grande para usted es el río. ¿Cómo calificaría el recorrido o la distancia de la regata Guayaquil – Vinces?
Es algo bonito y eso es pura resistencia. Tengo 59 años y siempre me ha gustado competir con los buenos. Hay personas que dicen: Oye, Juan Cornejo, tú ya te vas, tú ya estás viejo, déjalo para los muchachos. Yo les digo: ahora hay dos Juan Cornejo y uno de ellos es mi hijo, a ese pelado le estamos enseñando al 100%.
¿Ha incursionado a nivel internacional con este deporte?
Por supuesto. En el 2014 estuvimos en Estados Unidos. No me fue muy bien, pero estuvimos allá. En el mismo año estuvimos en Colombia y quedamos quintos y eso es muy bonito. La parte económica actual no es tan buena como la de antes para salir a competir.
¿Qué le falta a nuestro país para que el fueraborda logre más desarrollo?
El fuerabordismo no es como el fútbol. Si así fuera, sería una bacanada. Pero es un deporte amateur que es impulsado por una máquina y no es lo mismo como el fútbol. Creo que eso se ve mucho en la cabeza. Es un deporte amateur que debe ser financiado económicamente por quien la ejerce. El fútbol es impulsada por el ser humano. ¿Me explico? Ahí sí hay empatía económica de varias instituciones, quizás eso no entendamos mucho algunas personas. Pero si se da, pues sería beneficioso para algún club que se haya formado, felicitaciones de mi parte.
¿Qué le puede decir a las personas que tienen expectativas por su nueva participación y por qué no de un nuevo título?
En la actualidad es un poquito delicado el asunto, pero siempre hemos destacado en estas competencias. Ojalá Dios nos permita hacer las cosas bien y nos permita llegar en un buen lugar porque hay muchos corredores. Nosotros hacemos este deporte a cambio de nada; la máquina es la misma, el físico es el mismo. Mi único enemigo mío es el río porque es por ahí por donde tengo que pasar. (D)