El técnico Jorge González, responsable de los éxitos de Lucía Yépez, seleccionada ecuatoriana de lucha amateur, destaca lo que es trabajar con la ‘Tigra’
Escuchar el nombre de Jorge González puede resultar intrascendente para quienes están cerca o lejos del mundo deportivo. Pero para quienes lo conocemos hace más de 30 años años, podemos dar testimonio sobre su trabajo en Ecuador y que empezó en Manabí, siguió en Esmeraldas, antes de los Juegos Nacionales de 1996, luego en Los Ríos y ahora destaca por ser el responsable de la parte técnica de Lucía Yépez, luchadora de Ecuador, múltiple campeona internacional y la primera de la especialidad clasificada a los Juegos Olímpicos París 2024.
Al consultarle al técnico de nacionalidad cubana ¿Cómo es trabajar con Lucía? señaló, «Siempre trabajar con seres humanos es bastante difícil y más cuando se lo hace en grupo por las características individuales, pero Lucía (Yépez) es algo más que eso, su temperamento, su forma de de ver y de hacer las cosas, es bastante, digamos, complicado. Para muestra un botón. Ella está en estos momentos en un proceso de rehabilitación por una lesión de rodilla, así participó en los Juegos Panamericanos, compitió con esa lesión y ganó, por sus mismas características, por su misma idiosincracia, por su forma de ser no se detiene. Pero en estos momentos hay pequeños encuentros (choques) porque ella quiere hacer lo que no puede hacer o lo que no debe hacer, ella quiere seguir entrenando como si no tuviera nada en la rodilla y eso no está bien, no es permitido por la lesión que tiene y por los objetivos que perseguimos. Ahora en esta etapa, lo fundamental es recuperarse de las lesiones e iniciar un nuevo plan de entrenamiento con vista a las futuras competencias. El próximo año tenemos los Juegos Olímpicos y gracias a ella, gracias a Dios, gracias al trabajo, ella ya clasificó a París 2024 en el Mundial donde obtuvo la medalla de bronce».
González califica a la riosense como una atleta muy disciplinada, muy sacrificada, muy enfocada en lo que quiere ella lograr porque «todo lo que ha conseguido es por eso, por su forma de ser, por su forma de pensar, pero a veces también es un poco complicado porque no respeta la lesión, no respeta horario, ella es su entrenamiento, vive para entrenar, entonces a veces tenemos esos pequeños roces, pero por lo demás es una chica muy buena persona, con muy buenos sentimientos, hace cosas muy bonitas para las personas, para las que la rodean, para la niñez. Ella, incluso, no lo saca en la prensa, ni en redes sociales, entrega juguetes, alimentos a personas de bajos recursos, para que tengan una idea de cómo es de forma general la Tigra«.
El técnico centroamericano recordó que llegó al Ecuador en el año 1992. «Me contrató la Federación Deportiva de Manabí, llegué con mi esposa Rita Rivera, ella estudiba en Cuba y la conocí allá. Nos instalamos en Portoviejo y por el trabajo que se hizo, Manabí empezó a tener una mejor performance y a tener sus resultados. En 1993 me contactó Carlos Toro, presidente del Comité de Lucha de Esmeraldas, y me llevó a trabajar a su provincia, que se preparaba para los Juegos Nacionales (1996). Cuando llegué, el presidente era Roosbelth Barahona y lo reemplazó Ivers Bedoya Castro. Allá trabajé 10 años, hasta el 2003 y fueron maravillosos. Tuvimos muy buenos resultados, habían muy buenos atletas, entrenábamos en el coliseo Ricardo Plaza Bastidas, que hace poco se cayó su techo. Por allí pasaron formidables atletas y personas que hoy en día, la mayoría son entrenadores y fueron alumnos míos como Augusto Montes, Martha Reina, Jefferson Angulo ‘Bebetina’, Elio Mina, Carlos Mina Ese grupo de atletas tuvieron mucha performance y dieron resultados nacionales e internacionales a Ecuador y ahora dirigen la selección de Esmeralda. Salí de Esmeraldas y llegué a Los Ríos en el 2003 donde permanecía hasta el 2013. Recordemos que las medallas mundiales de Ecuador en la lucha, son de atletas de Los Ríos como Diana Pizza, con dos medallas mundiales; Lucía Yépez, con cuatro medallas mundiales; Luisa Valverde, que tiene una medalla mundial»
El técnico al referirse del mejor sitio para practicar lucha refirió que, «El mejor somatotipo que existe, es el luchador que está en Esmeraldas, son más altos, más fuertes, raza negra, pero en Los Ríos también hay muy buenos atletas, hay un buen somatotipo. En las provincias de la sierra tienen a veces menos posibilidades por la técnica, pero son muy aguerridos, tienen un carácter fuerte; en sí, los deportistas ecuatorianos además de somatotipo, tienen garra, tienen deseos de superación, tienen deseo de de llegar lejos».
González señala que el deportista nace y se hace. «El luchador nace con esa vocación, con ese deseo y se forma a través de los entrenamientos diarios, de la disciplina que ponga el deportista, de todo el programa de enseñanza, aprendizaje, de todo, entonces el luchador nace y se hace y se hace a través de los diferentes procedimientos».
Cuando se le pregunta si es una dura responsabilidad que la Tigra sea considerada como la próxima medallista olímpica, González dice que «Es una gran responsabilidad para todos. A medida que va mejorando y los resultados van siendo más estables y más altos, el compromiso es mayor. La varilla está alta, ella ha logrado muchas cosas y hay que seguir logrando más, por eso nosotros debemos preocuparnos por cada día mejorar, mejorar en el estudio, en lo que tiene que ver con la creatividad, buscar métodos y medios que permitan continuar elevando sus capacidades y habilidades. No hay mejor laboratorio que el colchón (sitio de entrenamiento), el gimnasio; entonces es una responsabilidad grande porque aspiramos, todos aspiran, en que ella sea medallista olímpica, yo también, paro eso se trabaja y se ha trabajado por muchos años y se tiene que continuar trabajando».
Para alcanzar la meta, el técnico es claro en referir de que debe existir un complemento. «Los recursos son importantes, el alto rendimiento es costoso, hemos tenido la bendición de un programa (de Alto Rendimiento) porque si se hubiera establecido cuando trabajábamos en Esmeralda, también hubiéramos tenido muchos resultados. El Proyecto del Alto Rendimiento ha permitido que los atletas no solamente los luchadores, sino los atletas de las diferentes disciplinas, alcancen una preparación significativa y por eso los resultados».
Sobre la lesión de Lucía Yépez, el técnico refiere que «estamos en un proceso de recuperación y ya los primeros eventos del ranking, empiezan en enero. Ella está primera en el ranking del mundo en los 53 kilos y para mantenerse en ese lugar, que también nos interesa porque le da el pareo o las llaves para los Juegos Olímpicos, debemos participar en todos los rankings, pero tenemos que recuperarla primero, su salud es primero y en eso estamos enmarcados, esperemos que para mediados de diciembre ya esté en óptimas condiciones de entrenar mejor porque de entrenar estamos entrenando, estamos trabajando los grupos musculares que puede, pero no al 100%, estamos trabajando en un 60 % con desplazamientos, osea trabajos que le permiten a ella hacer por la lesión en la rodilla, estamos haciendo trabajo de fortalecimiento de brazos y tronco, estamos haciendo algunos trabajos que nos permitan mejorar, incluso mantener algunas capacidades que ella ha desarrollado con anterioridad«.
El profesor cubano también señala que trabajan para llegar a la excelencia. «Tengo que trabajar más para que ella pueda lograr la excelencia. La vida ha sido un proceso de superación, siempre tenemos marcada su fortaleza, ella depende mucho de su condición física, de su alta preparación física que permite ser superior a sus contrincantes y llevar el ritmo de combate a través de procedimientos tácticos como los jalones, fintas. Esa es una de sus capacidades, de su fortaleza. Su alto nivel de preparación física, tanto general como específica ha mejorado mucho su también arsenal técnico. Es una atleta que domina posiciones diferentes. Tiene bastantes combinaciones o complejos técnico-tácticos pero todo esto hay que seguirlo mejorando. Nosotros llegamos hasta un eslabón, este año, pero en el 2024 tenemos que superarlo en cuanto a su condición física, técnica, preparación psicológica. Ella tiene 22 años, también le ayuda mucho su edad cronológica, tiene una buena edad. Lleva 12 o 13 años en el deporte, ha transitado por las diferentes etapas y hoy por hoy es una de las mejores luchadoras del mundo».
Lucía Yépez por su característica aguerrida anticipó que le gustaría, luego de su retiro como deportista, pelear en la UFC y para González es algo nuevo. «No me ha comentado eso; pero bueno, son aspiraciones que tiene y pienso que puede dar mucho más en la lucha. Más adelante puede enfocarse en eso, ella puede participar, Dios mediante, en unos dos juegos olímpicos más, aparte de París. La lucha es un deporte longevo, hay luchadores que han obtenido medallas mundiales u olímpicas a sus 35 años, lo que hace la diferencia son sistemas y métodos de entrenamiento. Ella (Lucía Yépez) puede lograr muchas cosas más porque yo sé que ella lo único que no va a cambiar es su disciplina, su dedicación, ella nació para luchar, ella ama la lucha, que está en ella por encima de muchas cosas.
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Al final, González señaló que «Ecuador presenta una buena gama de luchadores en las categorías inferiores. Contamos con buena base de deportistas y hay muchos deportistas que ven a a Lucía como una líder y sabemos que se están enfocando en eso, lo que necesitamos es que continúe el apoyo al deporte que en vez de mantener (el presupuesto), que se lo incremente. No veamos al deporte como una actividad, veámoslo como educación en forma general porque no solamente estamos formando atletas, estamos formando seres humanos y no hay nada que desarrolle más la personalidad, los valores que el deporte. (D)